En invierno, la piel de un perro secretará una capa de sustancias similares al aceite natural para ayudarlo a mantenerse caliente. Si vistes a tu perro, la ropa se manchará con dichas sustancias, por lo que deberás lavarlo con frecuencia. Y no te olvides de recortar las garras de tu perro, tienden a esconderse en la nieve y el hielo. El aseo regular ayuda a los perros a ajustar su temperatura corporal a las frías temperaturas del invierno.