Los perros no deben comer huesos de pollo y pato, que pueden provocar fácilmente hemorragia gastrointestinal. Los perros no deben comer alimentos estimulantes como cebolletas, ajo y chiles, que fácilmente pueden provocar enfermedades respiratorias. Los perros no deben comer productos derivados del cacao como el chocolate, así como algunas frutas como las uvas y los melocotones. Su consumo por error puede provocar intoxicación e insuficiencia renal aguda, lo que pone en peligro la vida.